La hipertensión renovascular es una condición en la que la presión arterial elevada es causada por un estrechamiento o bloqueo en las arterias que irrigan los riñones. El diagnóstico se realiza mediante una combinación de antecedentes médicos completos, examen físico, pruebas de laboratorio y técnicas de imagen. Los exámenes de laboratorio pueden incluir una prueba de función renal y niveles de renina y aldosterona en sangre. Las imágenes pueden incluir una tomografía computarizada, una resonancia magnética, un angiograma renal o una ecografía Doppler renal. También se puede realizar un examen de la retina para verificar signos de presión arterial elevada. El diagnóstico preciso de la hipertensión renovascular es importante porque el tratamiento temprano puede ayudar a prevenir complicaciones graves como enfermedad renal crónica, accidente cerebrovascular e insuficiencia cardíaca.