La biopsia renal es un procedimiento médico en el que se toma una pequeña muestra de tejido de los riñones para su análisis bajo el microscopio. En general, los pasos que se siguen durante una biopsia renal son:

1. Preparación: Se le informa al paciente sobre el procedimiento y se le pide que firme un consentimiento informado. También se evalúa su historial médico y se realizan pruebas de laboratorio para asegurarse de que el paciente es apto para la biopsia.

2. Anestesia: Se administra anestesia local o general para entumecer el área en la que se tomará la muestra de tejido renal.

3. Toma de la muestra: El médico utiliza una aguja para extraer una pequeña cantidad de tejido renal, generalmente debajo de la cintura.

4. Control: Se controla la presión sanguínea y los signos vitales del paciente tras la biopsia para asegurar que no haya complicaciones.

5. Análisis: El tejido renal extraído se envía a un laboratorio de anatomía patológica para su análisis microscópico. Se espera obtener un diagnóstico preciso a partir de los resultados de la biopsia.