Tratamiento Cálculos Renales Quito | Dra. María Elena Urresta

Cálculos Renales

¿De dónde se forman los cálculos renales?

Los cálculos renales se forman debido a la cristalización de sustancias que se encuentran en la orina, como el calcio, ácido úrico y oxalato. Cuando la concentración de estas sustancias aumenta en la orina, se generan condiciones favorables para la formación de pequeños cristales que con el tiempo pueden crecer y convertirse en piedras. Una vez que se forman, estos pueden causar dolor intenso, obstrucción del flujo urinario y pueden requerir tratamiento médico o quirúrgico para su eliminación.

¿Cuáles son los factores de riesgo para desarrollar cálculos renales?

Existen varios factores de riesgo que pueden contribuir al desarrollo de cálculos renales, siendo algunos de los más comunes:

1. Falta de hidratación: La falta de agua en el cuerpo puede llevar a la formación de cristales de calcio y otros minerales que se acumulan en los riñones, causando la formación de cálculos renales.

2. Dieta rica en sodio y proteínas: Consumir una dieta rica en sodio y proteínas puede aumentar el nivel de calcio y otros minerales en la orina, lo que aumenta el riesgo de formación de cálculos renales.

3. Obesidad: El exceso de peso puede aumentar los niveles de calcio en la orina y la presión en los riñones, favoreciendo la formación de cálculos.

4. Historial familiar: Si hay antecedentes familiares de cálculos renales, existe un mayor riesgo de desarrollarlos.

5. Enfermedades del tracto urinario: Las enfermedades que afectan el tracto urinario, como infecciones o problemas estructurales, pueden aumentar el riesgo de formación de cálculos renales.

¿Cuál es el tratamiento para los cálculos renales?

Es importante tener en cuenta que los cálculos renales crónicos pueden causar síntomas recurrentes o persistentes, como dolor en la espalda o en los costados, sangre en la orina, infecciones urinarias recurrentes o dificultad para orinar. El tratamiento de los cálculos renales no agudos generalmente incluye medidas para prevenir su formación o crecimiento, una dieta específica, aumento de la ingesta de líquidos, medicamentos para eliminarlos, y en algunos casos, procedimientos quirúrgicos dependiendo los factores de cada paciente.

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